Le ordene que parara, le solté la barra con las cubetas y le puse un collar de castigo, le forre las manos y le tire una pelota, tendría que levantarla y traermela, ella corria a cuatro patas y le costaba atrapar la pelota, meterla en su collar de castigo, cuando lo lograba regresaba ladrando hacia mi.
-vaya estas aprendiendo a ser toda una perra.
-si, realmente me siento una perra
seguí tirandole la pelota hasta que sus rodillas le cansaron le quite su collar y tome la manguera abri el agua y le moje, ella se quejaba del frio del agua pero no deje de mojarla cuando quedo totalmente mojada, fui por el tablero de tachuelas, le ordene que se parara en el, le hice que estirara los brazos y que esperariamos hasta que se secara.
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