sábado, 18 de mayo de 2013

la primeriza-sigue su doma-



-Bien hoy será una sesión muy especial, hoy voy a comenzar a darte fuertes dosis de dolor y voy a comenzar con mis manos sobre tus nalgas
le ordene que se colocara con sus manos apoyadas en sus piernas y levantando las nalgas, no comencé suave le di una serie de azotes fuertes, la azotaba con firmeza y ella comenzó a llorar al sentir como le azotaba las nalgas, no pare de azotarla hasta que me canse de darle con mis manos en sus nalgas, sus nalgas estaban muy rojas, ella lloraba y manchaba su cara con sus lagrimas y mocos, tome un papel y se lo pase por la cara, después de limpiarle la cara, le dije
-como habrás leído en la lectura que te ordene que hicieras esto viene siendo apenas el principio, no hay otra manera de ir domando tu resistencia y hacerte sentir el control del cual tu vas a depender
-si, lo lei
Deje que descansara unos momentos y tome una paleta, le dije que ahora seguiría su castigo con la paleta si ella quería podíamos parar la sesión, ella me dijo
-no, no paremos, siga
le di con la paleta en los muslos y sus nalgas, le daba con firmeza quería medir su resistencia, ella soportaba bien el castigo, no se doblaba, comenzó a llorar de nuevo, pero no aflojo su cuerpo sino que la mantenía firme, sus nalgas estaban más que enrojecidas-
-si, me gusta lo que haces
-si, quiero que usted se vaya sintiendo a gusto conmigo
-si, asi me siento
-me arden mis piernas y mis nalgas, me duelen mucho
Decidi dejarla descansar le dije que se colocara a modo de que pudiera verle sus nalgas
-si, lo sé, quiere que me exhiba
-solo para mi
-si, solo para usted

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