primeriza

La sesión de su doma iba a ser un recuerdo de algunas tareas que había puesto en años pasados, tome una bolsa de chocolates y los tire en el suelo, le dije que quería que los fuera recogiendo uno a uno y los depositaria en un plato, tome una pala y le dije que con ella le iría dando en sus nalgas para que se diera prisa en recoger los chocolates.
-ponte a  cuatro patas y comienza
ella se puso a cuatro patas y se puso a localizar a los chocolates, no la deje que se sintiera cómoda le di el primer paletazo y ella grito por la sorpresa, le aseste una serie rápida de paletazos, ella aullaba ya al sentir los paletazos y perdía la concentración de llevar los chocolates, estos se le caían de la boca y se tenía que regresar a buscarlos, sus rodillas ya le molestaban y sus pezones están erguidos y seguro le molestaba el roce de ellos con el piso, mientras los recolectaba yo iba no solo azotándola sino apurándola de manera verbal.
-apura, así quieres ser una perra
-eres muy lenta, aprisa
cada vez que le hablaba le daba una serie mayor de azotes y ella ya lloraba del dolor de sentir sus nalgas tan castigadas
-vamos, no tolero la flojera, muévete
ella se movía ansiosa buscando los chocolates y avanzando hacia ellos, yo no la dejaba descansar la castigaba con fuerza, la paleta le sonaba con gran estruendo en sus nalgas y cada azote era un grito y más lagrimas, no paraba de azotarla y ella se volteo y me comenzó a lamer las botas
-hummm no, no quiero eso, quiero los chocolates en el plato
le tome del cabello la obligue a darse la vuelta, me acomode sobre ella y con mis manos le di una tanda de azotes, ella gemia y se quejaba del castigo
-quiero los chocolates en su lugar, me has entendido
-si, si, lo hare
-si que lo harás
se puso a buscar más chocolates y yo fui por una botella de alcohol, la tome y me acerque a ella, deje que el chorro le mojara las nalgas, su grito fue fuerte y se tiro al piso, frotándose para reducir el ardor.