Hola Señor:
Soy una chica Española de 27 años y hace mucho tiempo que leo sus relatos. Me impresionan sobre todo los diarios de sus sumisas ya que es exactamente lo que busco en un amo. Alguien duro que sepa lo que hace y que tenga imaginación.
Nunca he tenido ninguna experiencia como sumisa, mis relaciones sexuales han sido siempre de lo más normalitas (incluso tirando a aburridas), pero desde que descubrí sus relatos hay una sumisa en mi que quiere salir.
He probado algunas cosas que relatan sus sumisas en sus relatos:
Hace poco estando sola en casa, apunté en un cuaderno algunas de las cosas que más me excitaban de los relatos pero que nunca me había atrevido a hacer. Las agrupé y les puse números y decidí que sería el azar (a falta de un amo que me lo ordenase) el que eligiese qué cosas iba a hacer. Y el azar decidió que tenía que untarme el coño con algo picante, comerme un plátano después de introducirmelo en el coño y después atarme las manos y permanecer durante 30 minutos de cara a la pared si poder masturbarme con dos pinzas en los pezones.
Primero empecé con el plátano. Nunca había probado mis jugos y de hecho me daba un poco de reparo y algo de asco, asi que decidí ir introduciendolo poco a poco e ir dando mordiscos pequeñitos para que durase más. Finalmente no fué tan duro pero la situación me excitó muchisimo. Quizá la próxima vez pruebe con un plátano algo más maduro para que se deshaga y se mezcle más con mis jugos.
Después busque algo picante por la casa que me pudiese servir y solo encontré Tabasco. Fué horrible, en cuanto me lo unté empecé a sentir un picor terrible que no pude aguantar. Lo intenté pero se me saltaban hasta las lágrimas y notaba cómo el coño me abrasaba, asi que tuve que ir inmediatamente a lavarme. Pensé que si esto me lo hubiese ordenado un amo, le habría defraudado enormemente.
Por último, como castigo amplié la media hora contra la pared atada y desnuda sin poder tocarme, a una hora. Pero no pude ponerme las pinzas porque tampoco las conseguí aguantar más de 2 minutos.
Seguramente el castigo debería haber sido más severo pero ya se sabe que normalmente somos más indulgentes con nosotros mismos que otra persona.
Con este email me gustaría que me aceptase como su sumisa. Se que no he hecho nada para merecerme tal honor pero me gustaría que me diese una oportunidad.
Muchas gracias por su tiempo:
Firmado: Una admiradora.
Soy una chica Española de 27 años y hace mucho tiempo que leo sus relatos. Me impresionan sobre todo los diarios de sus sumisas ya que es exactamente lo que busco en un amo. Alguien duro que sepa lo que hace y que tenga imaginación.
Nunca he tenido ninguna experiencia como sumisa, mis relaciones sexuales han sido siempre de lo más normalitas (incluso tirando a aburridas), pero desde que descubrí sus relatos hay una sumisa en mi que quiere salir.
He probado algunas cosas que relatan sus sumisas en sus relatos:
Hace poco estando sola en casa, apunté en un cuaderno algunas de las cosas que más me excitaban de los relatos pero que nunca me había atrevido a hacer. Las agrupé y les puse números y decidí que sería el azar (a falta de un amo que me lo ordenase) el que eligiese qué cosas iba a hacer. Y el azar decidió que tenía que untarme el coño con algo picante, comerme un plátano después de introducirmelo en el coño y después atarme las manos y permanecer durante 30 minutos de cara a la pared si poder masturbarme con dos pinzas en los pezones.
Primero empecé con el plátano. Nunca había probado mis jugos y de hecho me daba un poco de reparo y algo de asco, asi que decidí ir introduciendolo poco a poco e ir dando mordiscos pequeñitos para que durase más. Finalmente no fué tan duro pero la situación me excitó muchisimo. Quizá la próxima vez pruebe con un plátano algo más maduro para que se deshaga y se mezcle más con mis jugos.
Después busque algo picante por la casa que me pudiese servir y solo encontré Tabasco. Fué horrible, en cuanto me lo unté empecé a sentir un picor terrible que no pude aguantar. Lo intenté pero se me saltaban hasta las lágrimas y notaba cómo el coño me abrasaba, asi que tuve que ir inmediatamente a lavarme. Pensé que si esto me lo hubiese ordenado un amo, le habría defraudado enormemente.
Por último, como castigo amplié la media hora contra la pared atada y desnuda sin poder tocarme, a una hora. Pero no pude ponerme las pinzas porque tampoco las conseguí aguantar más de 2 minutos.
Seguramente el castigo debería haber sido más severo pero ya se sabe que normalmente somos más indulgentes con nosotros mismos que otra persona.
Con este email me gustaría que me aceptase como su sumisa. Se que no he hecho nada para merecerme tal honor pero me gustaría que me diese una oportunidad.
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