miércoles, 9 de diciembre de 2009

confesion


Son las tres de la tarde, hemos comido temprano y mientras mi amrido ve la
television tumbado en un sofa, yo tee scribo, porque no puedoe vitarlo,
quizas porque no quiero evitarlo, Las emociones que me provocas son
demasiado fuiertes, demsiado tentadoras.

Tus correos me resultan duros, agresivos, me planteas cosas que no deseo
hacer, que no me atraen en absoluto. Sin embargo no puedo evitar estar aqui.
Es como una fuerca mas poderosa que mi voluntad; A pesar de que no me
resulta agradable casi nada d elo que me planteas, aqui estoy, recibiendo
tus comentarios soeces.

¿Que me ocurre? yo no soy asi. esta mañana, mientras me arreglaba en mi
cuarto para salir a la calle, estab ajena a este sorido mundo en elq ue he
entrado; ero yo, la de siempre. de pronto he recordado, has aparecido en mi
cabeza y todo ha cambiado.

Tienes razon: Tu lo dices d euna manera mas vulgar, pero tiens razon. estoy
en un estaod permanente de humedad que no entiendo, pero que me provoca esta
falta de voluntd para negarme a entrar aqui a escribirte, aun cuando se el
riesgo que corro.

Supongo que no te interesa nada de esto, que solo quieres quew te diga qu
ehe hecho las cosas que me has ordenado y poco mas.

No se que hago aqui, no eres la clase de persona que buscaria, sin embargo
algo me ata a ti.

me sieneto sucia, vulgar, degradada haciendo esto. Pero me aporta una
emocion tan intensa que me tiene enganchada.

Eres una especie de droga.

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