sábado, 20 de marzo de 2010

dominada


Te escribo asi, mensajes cortos, en medio de una atmosfera de clandestinidad que me obliga a buscar momentos breves para abrir el correo y escribirte hasta que algun ruido me alrma o simplemente considero que llevo demasiado tiempo fuera del salón. Eso me impide dedicarme a fondo a contarte como me siento, como vivo este renacer en mi verdadera identidad. Estoy contenta, expectante, sin saber muy bien a donde me conduce este camino al que parezco condenada. No he sido capaz de renunciar a ti ni a mi condicion de posesion tuya; Bien sabes que lo he intentado, que he estado a punto de conseguirlo y volver a ser una mujer decente... pero he sucumbido y, como te decia ayer, antes de enviarte mi mensaje de rendicion y de perdon sabia que si lo hacia no tendria la oportunidad de volver a titubear. Lo pense mucho e intente imaginarme momentos de mi etaapa anterior contigo en los que habia dudado. Antes de enviarte mi correo de suplica en el que te rogaba que me volvieras a aceptar supe que tendria que afrontar momentos duros, que volvería a encontrarme con ordenes tuyas que no solo no me provocarian ningun placer o erotismo sino que incluso me desagradarian. Me di cuenta entonces de una cosa: No he elegido este camino para buscar mi propio placer, eso lo podría encontrar de otra manera, de hecho lo tengo en casa. No, no es eso lo que busco en esta camino de transformacion. cada vez que logré cumplir alguna de tus ordenes, sin sentir agrado por ello, era en el momento en el que me daba cuenta de que al contartelo provocaria tu placer cuando ese desagrado se convertía en una fuerza muy superior a i que me arrastraba. Es para ti para quien me convierto en perra, es para provocar tu placer para lo que el lunes usare la menta en mi sexo. Es para tu deleite por lo que debo dejar ese lenguaje refinado y sustiuir "mi sexo" por "mi coño" Es para que tu goces por lo que voy a degradarme tanto como me ordenes. Ahora si, te cuento lo unico que pude hacer esta mañana, cuando salimos a hacer la compre semanal al hipermercado. No loo tenía previsto, de hecho pensaba que hasta el lunes no comenzaria a ejecutar tus mandatos, pero de pronto, sin saber por que, recordé una de tus ordenes en el prrimer correo que me enviaste como contestacion a mi ruego: Queria que me masturbas en un baño publico y que escribiese en la pared algo, no recordaba bien que pero eso no me iba a impedir dejarme llevar de mi impulso. Le dije a mi marido que siguiera con la compra mientras yo iba al baño; eso le extrañó porque nunca me ha gustado entrar en baños publicos que no suelene star demasdiado lilimpios asi que tuve que fingir una pequeña indisposicion no demaisdo fuerte que le pudiera preocupar. Con el corazon desbocado, como ya casi no recordaba, con la respiracion agitada, sintiendome de nuevo valiente, arriesgada, liberada, sensual, sintiendome de nuevo puta, me dirigi a los lavabos del hipermercado y me encerré en uno de ellos; Senti el latido de mi corazon en mi pecho y een mi garganta mientras desabrochaba mi camisa, mientras la colgaba del pomo de la ppuerta, mientras me despojaba del sujetador. cerré la tapa de la taza para poder dejar en ella la falda, las medias y la braga y me volvi a poner los zapatos para que desde fuera nadie viera mis pies desnudos. Entonces comencé a masturbarme lenta y suavemente, otra vez para ti, como tantas tras veces, recorría mi coño humedo, mi clitoris, y procuraba mantener los detalles para escribirtelos mas tarde. La primera vez que oi abrirse la puuerta d elos lavabos detuve el trabajo que mis dedos hacian en mi coño, pero enseguida volvi a ello con el morbo aumentado por la cercania de otra mujer. Hubo alguna otra interrupcion pero ya no me detuve, tan solo controle mi respiracion parq eu no se me oyese fuera. Estabacomo loca, sabia que debia terminar ya o mi marido se alramasria asi que acelere el ritmo de mis dedos en mi clitoris, soñe contigo cerca de mi mirandome, humillandome, azotandome y acabe lo mas silenciosamente que pude. Me limpie con kleenex y, depsues de vestirme apresuradamente, tome un rotulador para CDs que llevaba en el bolso y escribi en la pared "La perra se masturbo para su amo aqui el como prueba de sumision de su esclava" Salí, me miré al espejo y vi el rubor en mi rostro producido por ese orgasmo clandestino. Cuando encontre a mi marido comenzaba a estar preocupado, fingi no encontrame muy bien y terminamos la compra rapidamente. Esa soy yo, Amo, una mujer dominada por ti, sometida irracionalmente a tu voluntad, una mujer jugandose su futuro por esta pasion incontrolable. Soy tuya, amo, me degrado para tu placer, me convierto en puta para tu orgullo

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