sábado, 20 de marzo de 2010

sometiendola


Nuevamente de pie, desnuda ante el espejo, mi cuerpo se estremeció anticipando el ardor de los azotes en mis muslos, pero sabiendo que me ayudaría a mejorar en mi camino a ser mejor cada día para mi Amo, empecé la cuenta, un poco nerviosa pero confiando en que mi Amo sabe que es lo mejor para esta perra, así sin poder evitar cerrar los ojos, descargué el primer azote repitiendo "debo ser cumplida con mi Amo", y enseguida el segundo azote, "debo ser cumplida con mi Amo",

A cada azote siguiente, el dolor y el ardor eran más intensos, y no puede evitar que las lágrimas salieran, quemando mi cara, mientras continuaba repitiendo "debo ser cumplida con mi Amo", con la certeza de que seré cumplida con mi Amo, mi cuerpo se estremecía anticipando el siguiente azote, pero no paré, ni grité, solo mis lágrimas en silencio expresaban el dolor mezclado con el placer de cumplir con el mandato de quien es mi Dueño, mi Amo, mi Señor.

Cumplido con ello, y deseando poder descansar, pero sintiendo en todo momento la presencia de mi Amo observando mi obediencia, procedí a tomar la cuerda y atar mis pechos, colgando la cubetita al extremo, lo cual de por sí ejercía cierta tirantez a las ataduras haciendome sentir una sensación en los pechos que no era agradable, pero que sé perfectamente que a mi Amo le gusta, ver mis pechos así prisioneros de las cuerdas, ofreciendo mis pezones muy duros para él, y entonces me dirigí al cuarto de baño en donde previamente había llenado la tina con agua, y tomando en mis manos el pepino que me fué ordenado, el cual estaba completamente congelado, concentré mi pensamiento en mi Amo y en el deseo intenso de poder complacerle y servirle, introduje el pepino en mi vagina, con un estremecimiento por lo frío y lo duro, sintiendo como me abría para mi Amo, como le permitía hacer de mí lo que sea su deseo, sin negarme, a veces un poco cohibida, pero siempre convencida de que es mi camino el servirle, el ser suya, y casi de inmediato mi vagina comenzó a contraerse a un ritmo que tuve miedo de no poder controlar por lo que de inmediato procedí a llenar con agua la cubeta, un poco más cada vez, sin poder evitar que mi cuerpo tratara de liberarse pero reprimiendo el movimiento que solo aumentaba el dolor de mis pechos bajo la presión de las cuerdas y el peso de la cubeta, que cada vez ejercía más y más presión, mientras mi vagina luchaba por explotar en un orgasmo, que controlé lágrima a lágrima, rogando que el tiempo pasara rápido y el castigo terminara, suplicando en silencio por ser capaz de cumplir con el tiempo ordenado, los minutos eran muy lentos, y la mezca del dolor y el placer en diferentes partes de mi cuerpo

Hacian imposible concentrarme en uno o en el otro, mi Amo, le agradezco estas sensaciones, porque pasado el tiempo por usted decidido, mi cuerpo se estremeció, explotando en un orgasmo tan intenso que mis lágrimas fluían más abundantes, y de mi boca en un espontaneo y delicioso momento, salió el sonido de mi voz que solo podía repetir, gracias mi Señor, gracias mi Amo, mi Dueño, le entrego lo que soy .
Ayer siguiendo sus indicaciones, realicé mi tarea sintiendole frente a mí, y cada vuelta de la cuerda apretando mis pechos, la dediqué a quien se ha convertido en mi Amo, deseando sean sus manos las que preparen mi cuerpo para su deleite.

La presión, el jalar mis pechos con mi propia boca, me ha llevado a sensaciones indescriptibles, mezcladas de un dolor que se convierte en placer al sentir su mirada sobre mí, cada minuto en una posición en que todo mi cuerpo está expuesto a mi Amo, tan expuesto como dispuesto ha sido un momento de entrega a Usted, deseando sentirle, y poder tener el calor de su mano, el privilegio de su verga penetrandome y haciendo suyo cada rincon de mi cuerpo.

Con el deseo enorme de ser de su agrado de hacerle sentir orgulloso de su perra en celo, de su esclava puta, tuve la satisfacción de poder conservar la posición el tiempo requerido por mi Amo para su goce, sin aflojar mi cuerpo, entregado a usted, al igual que mi mente que no le aparta nunca de mi corazón de sumisa entregada a su Señor.

Mi Amo, su perra en celo, espera con ansías poder verle hoy.

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