A la hora prevista llego a la puerta del hotel, vestida como se lo habia ordenado una falda corta y una blusa muy ceñida con los botones por reventar y dejando vislumbar algo de sus tetas, la espeaba sentado en una mesa del café cuando llego se quedo parada frente a mi, le ordene
-bien puta sacate la braga y de rodillas sobre ella
ella se sonrojo y me dijo
-me resulta dificil asimilar ese trato hacia mi
-no soy psicologo ni busco hacerte sentir lo que no eres, tú me buscate y me pediste te formara como mi sumisa, asi que dejate de palabras y obedece
tome la taza del café y di un sorbo sin dejar de mirarla, ella subio su falda y bajo su braga la saco de sus pies las puso en el piso y se arrodillo
-he obedecido
haciendo que no la escuche segui tomando mi café, ella repitio
-he obedecido...amo...
-y, quieres que brinque en un pie? quieres que celebre
-no, no pero usted sabe lo que me cuesta
el mesero se habia acercado y pregunto
-desean algo?
-traeme otro café y un plato tipo tazon junto con una botella de agua
al irse el mesero ella dijo
-no, ira hacer lo que estoy pensando
-no me interesa lo que pienses, acaso te he ordenado que pienses? te estoy formando para pensar?
-no
-para que te estoy formando?
-para ser su perra sumisa
-y acaso te dije que me interesan tus pensamientos?
-no, señor, me dijo que queria mi obediencia, mi actitud y mi aptitudes
-bien como dije antes dejate de palabras que no vienen al caso
llego el mesero con lo que ordene, llene el tazon con el agua y se lo puse a mis pies, ella se puso a cuatro patas y empezo a lamer el agua, algunas personas se voltearon a verla pero yo segui tomando mi café sin darle importancia a su curiosidad, cuando termino de lamer su agua tenia la cara mojada, llame al mesero, pague la cuenta y salimos de ahi.
Llame a un taxi y la lleve a un bar de table-dance, entramos y busque un lugar donde sentarme, ella iba tras de mi cuando llegamos a la mesa, me acomode en una silla y le dije.
-creo que mereces un correctivo
ella solo bajo la cabeza
la puse a cuatro patas y empece azotarla en sus nalgas, la azotaba con firmeza y algunos parraquianos se acercaron y les ofreci que la azotaran
-azotenla asi aprendera a obedecer
sus nalgas enrojecieron de los azotes que recibio, ella solo gemia y cuando le toque la raja estaba mojada, le ordene que se quedara asi a cuatro patas y que exibiera sus huecos.
2 comentarios:
me encanta el tono energico de las ordenes del amo.
y como le recuerda su lugar a la perra, justo como hace conmigo
Exitante pero demasiado fuera de la realidad
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